Algunos puntos relevantes de la Guía 2022 para el manejo de pacientes con Hemorragia Intracerebral Espontánea

Por América Torres

La American Heart Association, en conjunto con la American Stroke Association, acaban de publicar la “2022 Guideline for the Management of Patients With Spontaneous Intracerebral Hemorrhage”.

Hemorragia Intracerebral Espontánea

Este documento hace cambios sustanciales en esta área; por ejemplo, pone en duda algunos tratamientos tradicionales, como anticonvulsivos o esteroides, ya que no son de ayuda, aunque tampoco perjudican. Además, se añadieron evidencias médicas recientes que ayudan a reducir las lagunas que había en casi todas las secciones de las Guías anteriores.

A continuación le ofrecemos algunos de los puntos más relevantes, las Guías 2022 y un link donde podrá leer el documento completo.

Recomendaciones notables de la “2022 Guideline for the Management of Patients With Spontaneous Intracerebral Hemorrhage”

  • Uno de los puntos más importantes para poder brindarle cuidados óptimos a los pacientes con ICH (Hemorragia Intracerebral Espontánea por sus siglas en inglés) es que los sistemas de salud estén organizados. La Guía recomienda la creación y desarrollo de sistemas regionales que brinden cuidados iniciales y que sean capaces de remitir oportunamente a los pacientes a unidades en donde se les brinden cuidados y cirugías neurocríticas.
  •  La Guía hacen énfasis en la necesidad de identificar los marcadores de la etiología tanto de la  hemorragia microvascular, como de la macrovascular.
  •  La expansión del hematoma está asociada con un peor desenlace. Por eso, ya que ahora existen diferentes marcadores de neuroimágenes, los cuales, junto con los marcadores clínicos, ayudan a predecir el riego de expansión del hematoma.
  •  Los marcadores clínicos para predecir la expansión del hematoma incluyen el tiempo desde que comenzó la hemorragia y si el paciente usa anticoagulantes. Los marcadores de neuroimágenes incluyen signos detectables mediante tomografía computarizada sin contraste, que es la prueba más comúnmente utilizada en ICH.
  • Una ICH en un paciente anticoagulado tiene un altísimo riesgo de mortalidad y morbilidad. Por lo tanto, además indicar la suspensión inmediata de dichos medicamentos, la guía la proporciona recomendaciones actualizadas para revertir su efecto rápidamente.

Para revertir a los antagonistas de la vitamina K (warfarina, acenocumarol) sugiere usar concentrado del complejo proteínico de vitamina K, en vez de plasma fresco congelado.

Para los inhibidores de la trombina, como dabigatran, consideraron que el uso de idarucizumab es razonable. Para revertir los inhibidores del factor Xa (rivaroxaban, apixaban o edoxaban), se sugiere el uso de andexenet alfa.

Y para revertir las heparinas no fraccionadas y las heparinas de bajo peso molecular, la Guía indica protamina.

  • Respecto a la recuperación y la rehabiltación del paciente, la Guía recomienda que el paciente cuente con un equipo médico multidisciplinario que tenga el objetivo de dar de alta lo más pronto posible los casos con ICH ligero-moderados. Asimismo, indica iniciar actividades de rehabilitación de 24-48 horas después de un ataque moderado, aunque señala que la movilización agresiva después de las primeras 24 horas puede elevar el riesgo de mortalidad en los 14 días siguientes.
  • Por último, la “2022 Guideline for the Management of Patients With Spontaneous Intracerebral Hemorrhage” hace énfasis en brindarle apoyo al cuidador primario del paciente con hemorragia intracerebral espontánea. Esto incluye educación psicosocial, apoyo práctico y entrenamiento para que el cuidador pueda contribuir a la calidad de vida del paciente sin descuidar la suya.

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