Hipertensión pulmonar:
Estratificación de pacientes y avances terapéuticos

La hipertensión pulmonar es un problema global con alta morbilidad y mortalidad debido que complica muchas enfermedades relacionadas con el sistema cardiopulmonar. Y este riesgo es aún mayor debido a la alta prevalencia de cardiopatías congénitas: se estima que hay 25 casos de hipertensión arterial pulmonar relacionada con cardiopatías congénitas por cada millón de habitantes en todo el mundo.

La hipertensión pulmonar puede ocurrir debido a una enfermedad cardíaca, como ya dijimos, pero también puede presentarse debido a coágulos u otras enfermedades crónicas. La remodelación de la vasculatura pulmonar y el aumento progresivo de la carga vascular pulmonar, que son característicos de este síndrome, generan hipertrofia y remodelación del ventrículo derecho que, sin tratamiento, son fatales.

Estratificar a los pacientes

La Guía 2015 sobre Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Pulmonar de European Society of Cardiology – European Respiratory Society (ESC/ERS, respectivamente) señalan que es prioritario estratificar a los pacientes de manera eficaz y pronta para poder elegir la terapia más adecuada para cada caso.

Por otra arte, actualmente existen cinco clasificaciones clínicas (o grupos) de hipertensión pulmonar:

1 Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP). La causa es la reducción o la rigidez de las arterias pulmonares, lo cual obliga al lado derecho del corazón a trabajar más.

2 Hipertensión pulmonar causada por enfermedad cardíaca del lado izquierdo. La causa puede ser un problema con una válvula (mitral o aórtica) del lado izquierdo del corazón o una insuficiencia del ventrículo izquierdo.

3 Hipertensión pulmonar debido a una enfermedad pulmonar. Cuando el paciente presenta una enfermedad en el pulmón (por ejemplo, EPOC) o alguna otra que provoque hipoxia.

4 Hipertensión pulmonar causada por coágulos crónicos. El tratamiento común es cirugía o medicamentos que ayuden a disolver los coágulos.

5 Hipertensión pulmonar criptogénica. Es decir, que el médico no puede determinar el origen del problema. Entre las condiciones que suelen estar asociadas a este tipo de hipertensión podemos mencionar enfermedad renal, trastornos metabólicos, trastornos inflamatorios o trastornos de la sangre, entre otros.

Si bien la capacidad predictiva que brindan los métodos de estratificación ha mejorado con el tiempo mediante el uso de algoritmos de aprendizaje automático, la citada Guía ESC/ERS 2015 sugiere evaluar el riesgo de los pacientes periódicamente, ya que no se cuenta con una variable única que ofrezca suficiente información diagnóstica y pronostica.

Por eso es necesario que el médico establezca una estrategia de tratamiento multidimensional que incluya diversas pruebas como ecocardiografías, tomografías computarizadas, espirometrías y pruebas de función pulmonar, entre otras herramientas útiles.

Sotatercept, ¿una esperanza?

A los tratamientos ya conocidos, por ejemplo, los diuréticos para favorecer la euvolemia o la terapia con anticoagulantes (ahora solo indicada para HAP idiopática), se suma una opción más.

Se trata de un ensayo PULSAR (publicado en abril del 2021) en el que se probó la eficacia del sotatercept, una nueva proteína de fusión compuesta por el dominio extracelular del receptor de activina humana tipo IIA fusionado con el dominio Fc de igG1 humana. Es decir que este compuesto une las activinas y los factores de diferenciación del crecimiento para tratar de restaurar el el equilibrio en las señales promotoras de crecimiento y las inhibidoras de crecimiento.

El estudio duró 24 semanas en las que se seleccionaron al azar 106 adultos que recibían terapia de base para la hipertensión arterial pulmonar. Se les aplicó sotatercept subcutáneo en una dosis de 0,3 mg por kilogramo de peso corporal cada 3 semanas o 0,7 mg por kilogramo cada 3 semanas o un placebo. El criterio de valoración primario fue el cambio en la resistencia vascular pulmonar desde el inicio del ensayo hasta la semana 24.

Este ensayo demostró que Sotatercept reduce la resistencia vascular pulmonar en pacientes que recibían monoterapia de fondo, terapia doble o terapia triple, incluyendo a aquellos que recibían terapia de infusión de prostaciclina. La disminución de la resistencia vascular pulmonar en los grupos que recibieron sotatercept se logró mediante la reducción de la presión arterial pulmonar media, sin causar un cambio sustancial en el gasto cardíaco o la presión de cuña de la arteria pulmonar.

La evidencia preclínica sugiere que sotatercept tiene un efecto directo sobre la remodelación vascular pulmonar, lo que puede explicar su efecto clínico sobre la presión de la arteria pulmonar.  Aunque aún hay un largo camino por andar, estos resultados iniciales son buenas noticias para los pacientes con HAP.

REFERENCIAS Pulmonary Arterial Hypertension, Guía 2015 ESC/ERS, Sotatercept for the Treatment of Pulmonary Arterial Hypertension