Por América Torres
Numerosos estudios han demostrado la capacidad de los exosomas para reparar el tejido cardíaco después de un infarto al miocardio (IM), así como los beneficios de la terapia celular. El objetivo del estudio “Experimental, Systems, and Computational Approaches to Understanding the MicroRNA-Mediated Reparative Potential of Cardiac Progenitor Cell–Derived Exosomes From Pediatric Patients”, de Udit Agarwal, et al. era evaluar la edad del donador y la hipoxia y el rol de la hipoxia en células madre cardíacas pediátricas derivadas de exosomas. El modelo que se usó fueron ratas con lesión isquémica por reperfusión.
Mejorando la función cardíaca después de un IM
Las células madre cardíacas (CMC) se descubrieron en el 2003. A partir de entonces se han investigado múltiples tipos de terapias encaminadas a mejorar la función cardíaca después de haber sufrido un infarto al miocardio y a prevenir la insuficiencia cardíaca. Durante las últimas dos décadas, la terapia con células madre se ha convertido en una opción emocionante para mejorar la remodelación cardíaca después del IM. Aunque inicialmente se pensó que se debía directamente a la contribución de las propias células, la mayoría de los investigadores ahora consideran que los mecanismos paracrinos son probablemente el principal beneficio de la terapia celular.
Los hallazgos
- Los autores del estudio mencionan que descubrieron que las células madre cardíacas pediátricas humanas generan exosomas de 120±12 nm, lo que coincide con la información que ya habían arrojado otros trabajos.
- Es posible aprovechar muchos de los beneficios de la terapia celular sin necesidad de estas. Esto es importante para fuentes como las células madre embrionarias, que tienen riesgos de tumorigenicidad, ya que no mostraron tumorigenicidad de los exomas y eso puede ayudar a disipar las preocupaciones por muchas otras células.
- Este estudio también demostró que los tres tipos principales de células cardíacas (fibroblastos, endoteliales y cardiomiocitos) internalizan CMC pediátricas humanas. Hay que señalar que hubo diferencias específicas entre las células. Los fibroblastos ocuparon la mayoría de los exosomas, seguidos de las células endoteliales; sin embargo, los cardiomiocitos internalizaron mínimamente los exosomas.
- Si bien diversos trabajos de otros autores sugieren que los miocitos producen exosomas, este estudio representa el primer informe de miocitos cardíacos internalizando exosomas. A pesar de esto, muchos estudios muestran mejoras en la función cardíaca sin ningún efecto particular sobre los propios miocitos.
- Los autores consideran que su hallazgo de que los exosomas no son absorbidos por los cardiomiocitos puede abrir la posibilidad a considerar si las acciones sobre los fibroblastos locales, o tal vez incluso las células inflamatorias infiltrantes, podrían mejorar la supervivencia de los miocitos. No descartan la posibilidad de que los fibroblastos reprogramados con exosomas y las células endoteliales modulen la función de los cardiomiocitos a través de la secreción de potentes exosomas endógenos, absorbidos por los miocitos.
Nuevos datos sobre las células madre cardíacas pediátricas
Hace tiempo se sabe que la terapia de células madre después de un IM ofrece una señalización paracrina beneficiosa gracias a los exosomas. Asimismo, es conocido que los niños poseen células madre cardíacas que pueden ser útiles, a pesar de que la función de estas varía mucho dependiendo de la edad del donador. De hecho, aún se desconoce de qué manera la edad del niño y la hipoxia inciden en la calidad del exososoma y su potencial para reparar el corazón del paciente de IM.
Este estudio ayuda a arrojar alguna luz sobre estos y otros temas, porque aporta la siguiente información:
- Las células madre cardíacas pediátricas secretan exosomas con un contenido de microRNA muy diferente.
- Los exosomas de los recién nacidos son reparadores y su eficacia se reduce con la edad; la precondición hipóxica de las células restaura la función exosomal.
- Los modelos computarizados son capaces de crear modelos predictivos basados en el contenido de microRNA. También pueden predecir la función de exosomas derivados de otras células, lo cual puede llevar a identificar nuevas funciones del microRNA.
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