Por Claudio López Bruzual, MD.
¿Existe algo en común entre la pandemia que actualmente estamos confrontando y pandemias previas? Definitivamente hay un cierto paralelismo que vale la pena analizar. A continuación resaltamos datos que nos permitirán tener un punto de referencia para comparar la epidemia de gripe española con la de COVID-19.
Gripe española
- La pandemia causada por el virus de la influenza H1N1 recibió el nombre de gripe española. Ese virus ha asolado a la humanidad, hasta ahora, en dos ocasiones. La primera fue a principios de siglo XX; la segunda fue la pandemia del 2009, la cual tuvo mucho menor alcance y severidad. Sin embargo, la primera oleada de gripe española generó los siguientes estragos:
- Infectó 500 millones de personas en todo el mundo.
- Diezmó de 50 a 100 millones de personas, es decir, de 3 a 5% de la población mundial. La mayoría de las muertes ocurrieron en menores de 65 años y más de la mitad en personas entre 20 a 40 años
- Case Fatality Ratio (índice que relaciona el número de infectados y el número de muertos) en general es un indicador del riesgo de muerte en el curso de epidemias; en este caso fue de 10 a 20%.
- Estudios recientes (en los que se usaron muestras de virus extraídos de tejidos humanos congelados) han concluido que la letalidad del virus se debía a una tormenta de citoquinas.
COVID-19
- La COVID-19 es producida por el SARS-Cov 2.
- Al 11 de marzo del 2021 se reportaron 118.318.924 personas infectadas a nivel mundial.
- Para esa misma fecha se reportaron 2.624.609 decesos a nivel mundial. Para una población mundial de 7.874.965.825 esa cifra representa un 0.33348%.
- Case Fatality Ratio: fluctúa según los distintos países, edades, presencia de comorbilidades y otros factores, así como el momento dentro del curso de la pandemia en que nos situemos. Actualmente, en forma global, está entre 1 y 3%; en promedio, 2.21%.
- Como causa de muerte se incrimina la aparición de un síndrome de liberación de citoquinas acompañado, en general, de una coagulopatía sistémica con formación de microtrombos en los distintos lechos vasculares.
Como ya se habrá dado cuenta, la gripe española y la COVID-19 siguen un patrón bastante familiar. Por lo tanto, si damos crédito a las enseñanzas de la historia, esta pandemia no será la última que azote a los seres humanos.
Seguimiento a pacientes recuperados
La espirometría es la manera más sencilla de vigilar la recuperación pulmonar de los pacientes que sufrieron COVID-19. Los espirómetros ultrasónicos, como SpiroScout, no solo ofrecen pruebas confiables y precisas, sino que también minimizan el riesgo de contaminación cruzada. Si está indeciso entre adquirir un equipo tradicional y uno ultrasónico, descargue este documento comparativo, le ayudará a tomar la decisión más conveniente para usted y sus pacientes.