Por Claudio López Bruzual, MD.
LDL para controlar la aterosclerosis
La suficiencia de considerar LDL (colesterol malo) como marcador diana para nuestros esfuerzos por controlar la enfermedad aterosclerótica ya es un viejo debate. En un nuevo trabajo danés que pertenece al Estudio General de Población de Copenhague, se siguieron a 13015 pacientes tratados con estatinas. El objetivo era determinar el riesgo residual de muerte por cualquier causa y el riesgo de presentar un Infarto miocárdico en un lapso de 8 años como promedio en pacientes que están tomando estatinas, a pesar de obtener la reducción esperada en los niveles de LDL- colesterol.
Los resultados
En dicho trabajo se concluye que los niveles de Apo B* y de Colesterol No HDL parecen ser mejores marcadores de riesgo residual. En especial, los niveles de Apo B* en los pacientes que estaban tomando estatinas y no solamente el nivel de LDL colesterol. Hay que recordar que la Apo Lipoproteína B (o Apo B) es la principal proteína de transporte de colesterol en la sangre y tejidos y se encuentra ligada a casi todas las facciones de colesterol, sea este LDL colesterol, VLDL colesterol o quilomicrones.
En pacientes con antecedentes de enfermedades vasculares o con alto riesgo de enfermedad vascular, se recomienda un nivel de LDL inferior a 100 mg dl como valor meta de LDL colesterol. En algunos casos se puede, incluso (dependiendo del riesgo, del valor inicial de LDL y de los valores de Colesterol no HDL) forzar el tratamiento para lograr valores de LDL inferiores a 70 mgdl. Es precisamente en este grupo de pacientes en el que el uso de niveles de Apo B como marcador de riesgo residual parece agregar valor.