Por América Torres

El autodiagnóstico de los pacientes es una realidad con la que los médicos lidian a diario. De acuerdo con una investigación realizada por Irit Hochberg, MD, PhD, et al, en promedio, el 15.49% de los participantes consultaron sus síntomas en Internet antes de recibir un diagnóstico médico; los síntomas más serios tenían un 14% más probabilidades de ser consultados. Asimismo, según ese mismo estudio, entre menos conocimiento sobre el padecimiento, mayor era la tendencia a consultar.

Sin duda, usted vive esto todos los días. Pacientes que quieren guiar su tratamiento o que incluso llegan a la consulta solo para que se les confirme su autodiagnóstico. ¿Cómo afrontarlo?  Aquí le ofreceremos estrategias para convertir la tendencia al autodiagnóstico en un puente que fortalezca su relación con sus pacientes y los beneficie a ellos.

Es muy probable que después de escuchar el autodiagnóstico del paciente el primer impulso sea desacreditarlo. Sin embargo, es una buena oportunidad para crear lazos de confianza. Permita un intercambio de información, es decir, escuche lo que el paciente averiguó y explíquele si eso es aplicable a su caso.

Algunas investigaciones demuestran que los pacientes que participan activamente en su tratamiento se adhieren mejor a él. Entre más educados estén sobre su padecimiento, más probable es que sigan las indicaciones, y por lo tanto, que se obtenga un mejor resultado. Por supuesto, es importante que el paciente revise fuentes confiables. De eso hablamos en el siguiente párrafo.

No hay manera de evitar que los pacientes busquen sus síntomas en Google, por lo tanto, lo mejor es guiarlos para que consulten sitios confiables. Puede sugerirles páginas como Clínica Mayo o el Manual MSD publicado por Merck Sharp & Dohme (en su versión para pacientes).

Contrario a lo que piensa, indicarle al paciente que acceda a información confiable le hará ganar confianza en usted. Porque conforme se eduque sobre su padecimiento, podrá darse cuenta de que el tratamiento que recibe es adecuado y constatará que está bajo el cuidado de un profesional altamente entrenado.

Cuando los pacientes no se han educado en su padecimiento tienden a sentirse temerosos y eso los lleva a tratar de buscar más información. Pero como no pueden tener al médico a su disposición cada vez que los asalte la duda o el temor, googlean sus síntomas. ¿Y si hubiera una manera de acudir a usted en esos casos?

Muchos médicos ya hacen uso del marketing personal y si usted no ha considerado esta tendencia, tal vez le convendría revaluar la idea. Tener redes sociales o un blog escrito por usted es una buena manera de estar constantemente a la disposición del paciente sin que la interacción sea invasiva. Además, al tener presencia digital eleva su categoría como voz autorizada y eso beneficia enormemente su práctica.

Si usted ya usa el marketing digital muéstrele a su paciente su página y sus redes. Esto no solo fortalecerá la confianza, también puede llevarlo a conseguir nuevos clientes pues los pacientes tienden a compartir la información que les proporciona su médico.

El autodiagnóstico es potencialmente peligroso porque en Internet abunda la desinformación. Una táctica útil para desincentivar esta práctica es que el médico escuche las preocupaciones, las reconozca y ofrezca fuentes confiables de información. De esta manera, el paciente tendrá lo que en realidad busca: la certeza de que está en buenas manos.